Primer domingo de Cuaresma

18 de febrero de 2024

Un tiempo para reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida. Que también nosotros seamos personas movidas por el Espíritu de Dios, para la salvación y felicidad de nosotros mismos y de nuestros semejantes. Las tentaciones en la vida cotidiana a veces son grandes. En medio de las fuerzas del bien y del mal, una y otra vez se nos presentan opciones. Jesús también tuvo que pasar por la crisis. Impulsado por el Espíritu al desierto, se enfrenta a la elección: servir hasta el final o ser servido. Jesús elige la fidelidad radical a su misión. Ha pasado la prueba y por eso nosotros también podemos encontrar la verdadera vida.

Jesús en el desierto

Del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2 Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Entonces el tentador se le acercó y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras que están aquí se conviertan en pan". 4 El respondió: Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa y lo puso sobre la superestructura de la puerta del templo, 6 y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque está escrito: Sus ángeles le darán un decreto acerca de ti, que te tomen en sus manos, para que no tropieces con tu pie en piedra". 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Finalmente el diablo le llevó a un monte muy alto, desde donde le mostró todos los reinos del mundo en su gloria. 9 Y él dijo: Todo esto te daré, si te postras delante de mí en adoración. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás; escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, ya él solo servirás. 11 Ahora bien, el diablo lo dejó solo, y los ángeles vinieron a ministrarle. Mateo 4, 1-11